Alice Neel

Sobre la Obra “Last Sickness”

Una anciana canosa, triste y de aspecto cansado, vestida con una bata de cuadros, mira fijamente fuera del lienzo con una mezcla de orgullo y resignación. Este retrato directo y emotivo es de la madre de Neel, que había estado enferma durante mucho tiempo y solo le quedaban unos meses de vida.

Neel cuidó de su madre durante su enfermedad y al principio se mostró reacia a exhibir este retrato tan personal. De hecho, gran parte del trabajo de Nels exhibe una intimidad conmovedora con su tema. Nacida en Pensilvania, Alice pasó la mayor parte de su vida en Nueva York, donde pintó una amplia gama de retratos, desde figuras de la alta sociedad hasta miembros de la comunidad hispana de Harlem. Provenía de un entorno muy común y se vio obligada a aceptar un trabajo como funcionaria pública para mantener a su familia, mientras estudiaba arte en las clases nocturnas, persiguiendo su ambición de ser pintora. su estilo realista, que es peculiarmente estadounidense en su dureza, refleja las dificultades de la vida y la vida urbana.

Sobre el arte de Alice Neel

Alice Neel siempre buscó la originalidad, fue testigo de un largo recorrido de movimientos de vanguardia desde el expresionismo abstracto hasta el arte conceptual, y se negó a sumarse a ellos. En cambio, desarrolló un estilo único y expresivo de pintura (por lo que para términos de la historiografía del arte, se la ubica en el Expresionismo), con sus retratos en los que capturó la psicología de las personas que viven en Nueva York, desde amigos y vecinos en el Harlem Hispano (Spanish Harlem) hasta celebridades. Parte de lo que convierte a Neel en una de las mejores retratistas estadounidenses del  siglo XX es su rechazo a las categorías tradicionales (género, edad, raza, estatus social, etc.). Ella no presume lo que no sabe. Ella observa cada tema con un ojo fresco. Las percepciones de Neel sobre la condición humana nunca vacilaron, manteniéndose directas, inquebrantables y siempre empáticas.

En un momento en que estaba profundamente pasado de moda, Alice Neel persistió en ser pintor de figuras y retratista. Mientras estaba completamente absorta en la escena artística de Nueva York y conectada con sus principales innovadores, se mantuvo firme en su elección de estilo y tema, sin dejarse influir por un mundo del arte que favorecía la abstracción. Ella persistía en hacer un trabajo que la complaciera, sin importar lo que pensaran los demás. En este aspecto, se parece mucho a Vincent van Gogh, otro gran retratista.

Alice Neel era prácticamente desconocida y solo tuvo un puñado de exposiciones individuales antes de 1970. En las últimas dos décadas de su vida, tuvo sesenta. Esto no se debió únicamente a la fuerza de su trabajo, sino a un cambio sísmico en el mundo del arte, que había comenzado a reconocer los logros de las minorías y las mujeres.

Sobre su vida

Alice Hartley Neel nació en una colorida familia estadounidense. Su padre, George Washington Neel, era contador del Ferrocarril de Pensilvania y provenía de un clan de propietarios de barcos de vapor y cantantes de ópera. Su madre, Alice Concross Hartley, era descendiente de los firmantes de la Declaración de Independencia. La joven Alice era la cuarta de cinco hijos, con tres hermanos y una hermana. Su hermano mayor, Hartley, murió de difteria poco después de que ella naciera. Tenía sólo ocho años. Varios meses después, la familia de Neel se mudó al pequeño pueblo de Colwyn, a poca distancia de Filadelfia, donde asistió a la escuela primaria y secundaria.

Después de graduarse de la escuela secundaria en 1918, Neel tomó el examen de Servicio Civil y aceptó un trabajo de secretaria en el Ejército para ayudar a mantener a su familia. Trabajó allí durante tres años mientras perseguía su pasión por el arte, tomando clases nocturnas en la Escuela de Arte Industrial de Filadelfia. Los padres de Neel no entendían sus ambiciones profesionales. “No sé qué esperas hacer en el mundo”, le dijo una vez su madre, “solo eres una niña”. Estamos más que seguros que Alice demostró lo contrario, y es una inspiración para muchas mujeres.

A lo largo de su carrera , la artista luchó contra la discriminación social, se esforzó por representar a las mujeres de manera realista, abogó por los derechos de los homosexuales y se pronunció en contra de la opresión racial. Retratando a personas de color, pobres, ancianos, niños, inmigrantes, personas homosexuales y transgénero, trabajadores, artistas y activistas políticos. Ella le prestó atención a las formas que se sentían, y todavia se sienten, conectadas con el amor.