James Ensor
Obra “La muerta y las máscaras”, 1927: La grotesca figura de la Muerte agarra a un bebé con sus dedos huesudos, sorda a las súplicas de las figuras enmascaradas que la rodean. El pesimismo macabro de esta obra resume la visión oscura de Ensor. El tema de las máscaras, a través del cual expresaba frecuentemente su visión lúgubre del mundo, se relaciona con los disfraces de carnaval vendidos por sus padres en su tienda de souvenirs en Ostende. Reaccionando contra el enfoque del impresionismo en los paisajes y escenas cotidianas, Ensor desarrolló su propia visión muy personal que estaba llena de referencias crípticas y simbólicas.
Su obra idiosincrásica y visiblemente inquietante fue inicialmente rechazada por el establishment, pero finalmente expuso con el grupo de vanguardia Les Vingt (los veinte). Sin embargo, incluso ellos se negaron a mostrar su obra maestra “La entrada de Cristo en Bruselas”, en la que se identifica con Jesús. No fue hasta el final de su vida que su obra tan original, que tuvo un gran impacto en los artistas expresionistas posteriores, fue finalmente reconocida, incluso le otorgaron título nobiliario de Barón.
En 1883, Octave Maus, un abogado, crítico de arte y escritor belga, inició Le Groupe des Vingt o Les XX . Este grupo de 20 artistas belgas pretendía promover el arte moderno internacional. En oposición al Salón , la exposición de artistas apoyada por la Academia de Bellas Artes de París, Les XX celebró una exposición anual de las obras de sus miembros y artistas invitados. Se autoproclamaron como un grupo anarquista, pero la libertad de expresión también fue esencial para ellos.
A pesar de ser miembro fundador de Les XX , James Ensor consiguió que una de sus obras fuera rechazada por el grupo. Les XX no aceptó la entrada de Cristo en Bruselas en 1889 . Considerada como la obra maestra de Ensor , esta pintura de grandes dimensiones representa una multitud colorida y rugiente durante el carnaval de Bruselas. El Cristo, interpretado como el autorretrato del pintor, apenas se ve en el centro del cuadro, ignorado por la multitud que lo rodea. Representa una sátira de la sociedad belga moderna y anticipa el movimiento expresionista del siglo XX . Incluso el grupo de vanguardia Les XX malinterpretó su trabajo. El tiempo hizo que fuera reconocido y tuviera su lugar en la Historia del Arte.
Ostende y las máscaras, el mundo de Ensor
El brillo de los colores y la densidad de la pincelada de Ensor en sus obras, se suman a la teatralidad de la escena. Como siempre en el buen teatro, es difícil separar lo real de lo que es un juego de imaginación.
A mediados del siglo XIX, Ostende experimentó un gran proceso de renovación urbana, convirtiéndose en un lugar de vacaciones muy de moda en el Mar del Norte. Esta actividad constructiva implicó la excavación de fosas comunes con la consiguiente exhumación de esqueletos. Nos podríamos imaginar a un niño Ensor entre esas máscaras…
Desde la década de 1880 en adelante, las máscaras se convirtieron en un objeto distintivo en las pinturas de Ensor. Estas representaciones carnavalescas jugaron un fuerte papel simbólico en su obra: usó máscaras para representar relaciones sociales distorsionadas que criticaba en la sociedad de su tiempo. Las máscaras desfiguradas y grotescas de sus pinturas representaban, para Ensor, las deformidades y los lados oscuros de la humanidad. La figura de la Muerte a menudo se coloca junto a los demás para recordarles su futuro.
Ensor grabador
James Ensor no solo era un pintor consumado, sino que también dominaba otras técnicas artísticas. En una de sus cartas a André de Ridder, crítico de arte, explica que cada obra debe implicar un nuevo proceso creativo. La producción de Ensor cuenta con 133 aguafuertes, realizados entre 1886 y 1904. El pintor diseñó algunos de ellos como trabajo preparatorio de sus pinturas, y algunos eran originales. Su formación académica lo convirtió en un fuerte grabador; Cuidó mucho su trabajo de grabado y produjo impresiones de alta calidad. Ensor a veces coloreaba sus grabados, utilizando diferentes técnicas como lápices, acuarelas o gouache. Mantuvo las características de su estilo personal en su grabado, destacando aún más una crítica satírica de la sociedad.
Bal du rat Mort
En 1896, 16 hombres de Ostende fueron a París para disfrutar de las noches salvajes de Montmartre. Salieron de fiesta todas las noches y disfrutaron de los divertidos espectáculos del Moulin Rouge . A menudo terminaban sus noches en el Rat Mort (la rata muerta), un cabaret cercano en la plaza Pigalle. Varios escritores, poetas y pintores, como Charles Baudelaire, Henri de Toulouse-Lautrec y Gustave Courbet, solían ir al Rat Mort . Ensor se unió a la fiesta más tarde, pero contribuyó activamente a la creación del Bal du Rat Mort (el baile de la rata muerta ). Este baile filantrópico creado en 1898 cerró las celebraciones del carnaval en Ostende. Este evento todavía existe hoy.
Nos gusta Ensor en Artes Libertinas, porque buscó su propio camino y su propio lenguaje, si bien o fue reconocido, como muchos de los impresionustas / expresionistas en su época, hoy podemos contar con sus obras como eslabones del arte que se desarrolló en el siglo XX. Sus coloridas y grotescas figuras nos hacen reflexionar acerca de nuestro paso por el mundo, lo que ocultamos, lo que mostramos al resto, como individuos frágiles. James Ensor, un libertino <3
