En Artes Libertinas creemos se puede hacer un análisis estético de casi cualquier cosa, ya que la estética se refiere a la apreciación y evaluación de la belleza y el valor artístico. Sin embargo, la profundidad y la relevancia de dicho análisis pueden variar considerablemente según el objeto de estudio. En este caso, en el último episodio de “Desde el Baño de Señoritas”, ese espacio tan peculiar donde arrojamos nuestro humor mordaz sobre el feminismo, el patriarcado y el machismo, nos adentramos en el intrincado mundo de “Barbie: The Movie”. Sí, ese filme que nos dejó preguntándonos si la icónica muñeca de plástico podría convertirse en la nueva heroína del siglo XXI o simplemente ser la personificación de la superficialidad en su máxima expresión.
Primero, dejemos claro que Barbie ha recorrido un largo camino desde sus humildes comienzos como una figura de belleza inalcanzable y perfección plástica. En esta película, nos encontramos con una Barbie empoderada, una carrera exitosa y una vida repleta de emocionantes aventuras. Pero, ¿es suficiente para sortear las críticas feministas?
Desde un punto de vista estético, la película es un verdadero festín visual, una paleta de colores pastel y brillos que nos hace preguntarnos si Barbie habita en un universo paralelo donde la física y la realidad simplemente no aplican. Sus piernas infinitas, su cintura de avispa y su cabello perfectamente peinado desafían cualquier estándar de belleza realista. Sin embargo, esto nos lleva a reflexionar si Barbie sigue siendo un modelo a seguir o si es simplemente un reflejo de una sociedad obsesionada con la imagen.
Hablemos de las críticas feministas. En este contexto, debemos aplaudir el esfuerzo por dotar a Barbie de un trasfondo más sustancial. En la película, ella es una ingeniera exitosa que resuelve problemas con inteligencia y valentía. Pero, ¿es esto suficiente para desvincular a Barbie de su imagen como símbolo de opresión patriarcal? Algunos argumentarán que no, que el mensaje sigue siendo superficial y que la obsesión con la apariencia física de Barbie todavía perdura.
En cuanto al machismo, la película nos presenta a Ken, el eterno compañero de Barbie, como un personaje más complejo de lo que podríamos haber anticipado. A pesar de sus primeros años como un estereotipo de masculinidad simplona, en esta ocasión vemos a un Ken que se esfuerza por equipararse a Barbie y apoyar sus metas. ¿Es esta una respuesta a las críticas previas? Quizás, pero nos deja pensando si estamos viendo una evolución genuina o simplemente una reacción a la presión social.
Y ahora, hablemos de la directora Greta Gerwig y su habilidad para tejer referencias culturales, filosóficas y cinéfilas en la trama. Gerwig toma elementos de la cultura pop y los entrelaza con sutileza en la historia de Barbie, como si estuviera jugando con una colección ecléctica de piezas de lego. Además, su manejo de la filosofía contemporánea enriquece la película con capas de significado, convirtiéndola en un festín intelectual para los espectadores ávidos de un desafío mental. Y, por supuesto, su homenaje al cine clásico añade una dimensión nostálgica que resuena en los corazones de los más cinéfilos.
En “Desde el Baño de Señoritas”, no podemos evitar reírnos de algunas de las excentricidades de “Barbie: The Movie”. Pero también reconocemos que hay un esfuerzo sincero por modernizar a Barbie y otorgarle una historia más substancial. Sin embargo, las críticas al feminismo, el patriarcado y el machismo siguen siendo pertinentes, y el futuro de Barbie como un ícono cultural sigue siendo incierto. En última instancia, Barbie continuará siendo un personaje controvertido y polarizador, y eso es lo que nos proporciona un rico terreno de análisis y debate en nuestro podcast.
Participan en este episodio: Emily Jones, Directora de Artes Libertinas, junto a dos colegas Estetas: Catalina Lamas y Paulina González. Suscríbanse al canal de youtube!